¡Sorpresa!

¡Hola blogueras!

Hoy, como cada lunes, tocaba una de mis actividades favoritas de la semana: la visita a mis pelones.
Para no faltar a la costumbre, el ambiente que se respiraba en el hospital de día era toda una fiesta. Apenas he entrado en la sala, una de las peloncillas más dicharacheras me ha dicho: Veeeeeen, ¡Vamos a jugar a las cocinitas!
Y dicho y hecho. Hemos bajado del estante la cocina, los cacharros y demás y en un momento la peque ya tenía el tinglado montado.
Pero poco nos ha durado esa primera toma de contacto, pues enseguida la enfermera le ha llamado para pincharle y colocarle la vía en el porta-cath. Al igual que la semana pasada, hoy también me ha dicho la peque: ven conmigoo, cógeme fuerte de las manos!
Así que, ahí estábamos: la enferma, la auxiliar, su mamá, otra peloncilla y yo a su lado mientras la pinchaban para que pudiera estar más calmada.
Pero como todo en esta vida pasa, el ratito del pinchazo también lo ha hecho, y enseguida que se ha ubicado en su cama hemos vuelto a montar el tinglado de las cocinitas. Ahí si que ha empezado la "fiesta". No podíamos parar de reirnos. La peloncilla de 6 años llevaba la voz cantante y a otra compi suya de hospital y a mi nos ha hecho todo tipo de "platos suculentos": helado de arcoiris con azúcar, salchichas con plátano, limón a mordiscos... Lo que le ha dado de sí la imaginación!! jajajaja
La verdad es que entre las 3 que hemos estado jugando a las cocinitas hemos pasado un rato muy bueno =)
Cuando ya se han cansado de jugar a las cocinitas, han encontrado otro divertimento más divertido... mi pelo!! Se han puesto a hacerme trenzas, coletas, a cojérmelo con una diadema... Ellas estaban partidas de risa y sus madres me decían: Ayyyy, la de nudos que te van a dejar luego!! A lo que yo les he respondido: - Eso es cierto pero... y lo bien que se lo están pasando? No hay más que verlas!
Con lo cual, aunque me hayan dado algunos tirones y dejado unos cuantos nudos... me quedo más que satisfecha. Porque solo por haberlas visto reírse tan agusto y olvidarse por un momento de que estaban en el hospital, hubiera merecido la pena hasta pagar entrada.
Cuando ya se han cansado de jugar a las peluqueras nos hemos puesto a pintar dibujos de bob esponja =) Y al poco de estar pintando, ha sido cuando una de mis peloncillas se levanta, se va hacia su mama y cuando vuelve me dice: ¡Toma, para tí! Y me regala este super broche de un caramelo fallero para mi bata.

El regalito de mi pelona ^^

Pocas cosas me han hecho tanta ilusión como este regalo espontáneo =)
Ay mis pelones... no sabéis la energía que me da vuestra sonrisa ^^