sábado, 19 de enero de 2013

Todo un privilegio

Todo un privilegio, así es como considero mi condición de voluntaria. Y no solo por el hecho de que sea algo que haya escogido por mi misma sino porque es algo que no solo repercute en el bien de los niños y de sus papás sino también de mí misma como persona. Es algo que me enriquece personalmente a unos niveles insospechados. Recuerdo como empezó aquel curso general de voluntariado, ese vídeo que fue el pistoletazo de salida a toda esta aventura:

Este vídeo, me hizo ver la verdadera esencia del dar sin esperar nada a cambio, de como un pequeño gesto puede servir de gran ayuda a la persona que tienes al lado.
Lo considero todo un privilegio, como decía, porque desgraciadamente hoy en día no todo el mundo puede permitirse el gran lujo de "regalar" su tiempo a los demás. Quizá la palabra más decuada no sea regalar, lo que si se es que el gran regalo lo tenemos en nuestras manos, en la propia condición del voluntariado. Lo que sí se y reafirmo al 100% es que cuando veo que mi pequeño gesto repercute en cosas tan simples y tan a nuestro alcance como son el sacarle una sonrisa a un niño o a sus papás, jugar con ellos, hacerles evadirse por unos instantes de su situación o, simplemente hacerles ver que no están solos en esta "carrera" que es la vida, es de las cosas más gratificantes que me ha podido pasar en mis casi 21 años de andadura por la vida.
Pasan los días, pasan las horas, los minutos y segundos pero esta ilusión jamás decae, al contrario, se incrementa cada día más y más.
Porque ser voluntaria es todo un privilegio o, como un día dijo una persona: Ser voluntario es el mayor ejercicio de libertad que una persona puede llevar a cabo =)

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