Yo también me sumo al rosa. |
Pero todo tiene su explicación y es que entre unas cosas y otras la verdad es que no he parado.
Pero antes que nada, no me puedo olvidar de un tema de suma importancia.
Como todos y todas sabéis ayer se conmemoró el Día Internacional Contra el Cáncer de Mama. Y arreglo a la conmemoración de este día os voy a contar una anécdota que me sucedió cuando estaba este pasado miércoles en el hospital ya casi a punto de irme a casa después de pasar la mañana con mis peloncillos.
Estábamos mi compañera y yo en el despacho cogiendo los bolsos, dejando las batas y demás para irnos a casa, cuando se asoma por la puerta una de las chicas de la limpieza del hospital y, al vernos con las gafas rosas nos pregunta: ¿Esas gafas que lleváis de color rosa y tal porqué es? (Cabe decir que nos extrañó que no lo supiera porque desde hace bastante tiempo se llevaba hablando de las gafas y en en concreto de la conmemoración de este día, pero bueno, hay de todo).
Y le contestamos que eran por lo del día contra el cáncer de mama. Y aquí es cuando viene lo curioso y es cuando nos quedamos con cara de pasmo, la mujer coge y nos dice con cara rara: Ay... ¡que eso no se tiene que recordar! Imaginaos nuestro asombro como voluntarias y como personas concienciadas sobre todos estos temas referentes al cáncer cuando oímos esa contestación. Así que entre mi compañera, mi coordinadora que también estaba en el despacho en ese momento y yo, se lo explicamos.
Y es que, por increíble que pueda parecer, hay gente que piensa que estos días únicamente tienen la finalidad de recordar la existencia de este tipo de enfermedades y no es así para nada. Es cierto que se recuerda que a día de hoy y por desgracia sigue existiendo la enfermedad pero aparte de recordarlo, una de las labores más importantes es la de concienciar a todo el mundo de la importancia de acudir a las revisiones periódicas, mamografías, de autoexplorarse en busca de cualquier bulto sospecho que pudiera ser o no un indicio de la enfermedad y también, y gracias a la venta de las gafas este año, de recaudar fondos para que todas estas medidas de detección precoz puedan seguir llevándose a cabo como hasta ahora.
Pero bien dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver, y eso es lo que se me pasó a mi en concreto por la cabeza al oir la contestación que nos daba esta señora. Y obviando el detalle de esta anécdota, creo que una de las cosas que también tienen su importancia es que las personas que estamos implicados en esto de la concienciación a la sociedad no dacaigamos en nuestra labor y nuestro empeño, sino que este empeño y dedicación vaya en aumento. Porque como digo yo, y muchos sabéis, el cáncer no discrimina y nos puede tocar a cualquiera.
Y cómo no, no puedo dejar de hacer desde aquí un pequeño recordatorio a todas esas grandísimas luchadoras (y luchadores también, no nos olvidemos de que los hombres también pueden padecer cáncer de mama) que tuvieron en su día o tienen que batallar ahora contra la enfermedad, y a l@s que por desgracia la padecerán en un futuro hasta que se consiga encontrar una cura. Desde aquí, os mando a todos y a todas un abrazo enorme y mi apoyo más sincero.
Y por hoy me despido dejandoos un vídeo de la canción de Manuel Carrasco: "Mujer de las mil batallas" que me encanta y que he escuchado una y mil veces.
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